Receta sopa de ajo

La sopa de ajo tiene raíces antiguas y ha sido un alimento básico en muchas culturas. Se cree que se originó en la región mediterránea, donde el ajo era apreciado tanto por sus propiedades medicinales como por su sabor.
En la antigüedad, el ajo se valoraba por sus propiedades medicinales, y se creía que tenía beneficios para la salud, incluida la capacidad de fortalecer el sistema inmunológico. La sopa de ajo se convirtió en una forma de incorporar este ingrediente en la dieta diaria.
A lo largo del tiempo, la sopa de ajo ha evolucionado de diferentes maneras en diversas regiones del mundo. Cada cultura ha aportado sus propias variaciones de ingredientes y métodos de preparación.
La versión española de la sopa de ajo, conocida como "sopa de ajo castellana", es especialmente famosa. Esta receta tradicional incluye ingredientes como ajo, aceite de oliva, pimentón, caldo, huevos y pan. A veces se le añade jamón o chorizo para darle más sabor.
Ingredientes
Cómo hacer Sopa de ajo
En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega los ajos picados y cocina durante unos minutos hasta que estén fragantes y ligeramente dorados.
Añade el pimentón dulce y mezcla bien con los ajos.
Vierte el caldo de pollo o vegetal en la olla y lleva la mezcla a ebullición. Reduce el fuego y deja cocinar a fuego lento durante unos 10-15 minutos para que los sabores se mezclen.
Mientras tanto, bate los huevos en un tazón.
Retira la olla del fuego y, con un batidor, agita la sopa en un movimiento circular constante. Mientras haces esto, vierte lentamente los huevos batidos en la sopa. Esto creará hebras de huevo en la sopa.
Vuelve a calentar la sopa a fuego lento durante unos minutos, pero no dejes que hierva después de agregar los huevos.
Añade sal y pimienta al gusto. Espolvorea el perejil picado sobre la sopa antes de servir.
Opcionalmente, puedes tostar rebanadas de pan y colocarlas en el fondo de cada plato antes de verter la sopa sobre ellas.
¡La sopa de ajo está lista para servir! Puedes disfrutarla como un plato reconfortante por sí sola o acompañada de pan.
Ingredientes
Pasos
En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega los ajos picados y cocina durante unos minutos hasta que estén fragantes y ligeramente dorados.
Añade el pimentón dulce y mezcla bien con los ajos.
Vierte el caldo de pollo o vegetal en la olla y lleva la mezcla a ebullición. Reduce el fuego y deja cocinar a fuego lento durante unos 10-15 minutos para que los sabores se mezclen.
Mientras tanto, bate los huevos en un tazón.
Retira la olla del fuego y, con un batidor, agita la sopa en un movimiento circular constante. Mientras haces esto, vierte lentamente los huevos batidos en la sopa. Esto creará hebras de huevo en la sopa.
Vuelve a calentar la sopa a fuego lento durante unos minutos, pero no dejes que hierva después de agregar los huevos.
Añade sal y pimienta al gusto. Espolvorea el perejil picado sobre la sopa antes de servir.
Opcionalmente, puedes tostar rebanadas de pan y colocarlas en el fondo de cada plato antes de verter la sopa sobre ellas.
¡La sopa de ajo está lista para servir! Puedes disfrutarla como un plato reconfortante por sí sola o acompañada de pan.