Receta de Solomillo a la pimienta

El solomillo a la pimienta es un plato exquisito que combina a la perfección la jugosidad del solomillo de ternera, la cremosidad de la nata y el sabor intenso y picante de la pimienta.
Este clásico de la cocina internacional es muy popular y apreciado por su equilibrio de sabores, y sirve tradicionalmente acompañado de una guarnición de patatas, puré, arroz o verduras al vapor.
El solomillo a la pimienta es una opción ideal para ocasiones especiales o cenas elegantes. Su combinación de sabores sofisticados y su presentación atractiva lo convierten en un plato estrella que deleitará a tus invitados y satisfará hasta los paladares más exigentes.
Si quieres prepararlo en casa de forma fácil y sencilla, no te pierdas el paso a paso con fotos que te dejamos a continuación.
Ingredientes
Cómo hacer Solomillo a la pimienta
Sofreímos la cebolla en una sartén con un par de cucharadas de aceite hasta que quede translúcida (unos 15 minutos aproximadamente).
Una vez rehogada la cebolla, agregamos los granos de pimienta ligeramente machacados y removemos.
A continuación, agregamos la nata líquida y el caldo. Rectificamos de sal y cocinamos a fuego lento durante 15 minutos. También puedes agregar un poco más de pimienta si te gusta con un punto más picante como a nosotros.
Ponemos sal a los solomillos y los marcamos en una sartén a fuego alegre. Unos dos minutos por cada lado, aunque depende de cómo de hecho nos guste el punto de la carne. Una vez listos, retiramos del fuego y dejamos que reposen antes de laminarlos.
Emplatamos el solomillo, regamos con la salsa de pimienta y acompañamos con la guarnición que más nos guste. Nosotros nos hemos decantado por unas clásicas patatas fritas.
Ingredientes
Instrucciones
Sofreímos la cebolla en una sartén con un par de cucharadas de aceite hasta que quede translúcida (unos 15 minutos aproximadamente).
Una vez rehogada la cebolla, agregamos los granos de pimienta ligeramente machacados y removemos.
A continuación, agregamos la nata líquida y el caldo. Rectificamos de sal y cocinamos a fuego lento durante 15 minutos. También puedes agregar un poco más de pimienta si te gusta con un punto más picante como a nosotros.
Ponemos sal a los solomillos y los marcamos en una sartén a fuego alegre. Unos dos minutos por cada lado, aunque depende de cómo de hecho nos guste el punto de la carne. Una vez listos, retiramos del fuego y dejamos que reposen antes de laminarlos.
Emplatamos el solomillo, regamos con la salsa de pimienta y acompañamos con la guarnición que más nos guste. Nosotros nos hemos decantado por unas clásicas patatas fritas.