Receta de Pericana alcoyana

Una de las recetas más populares de la gastronomía alicantina es la de la Pericana. Una suerte de ensalada que tiene su origen en las montañas de Alicante y que se creó para alimentar de forma rápida y nutritiva a los trabajadores del campo de esta zona de España.
Una de las curiosidades de la Pericana es la presencia de capellán o bacalao en salazón seco, el ingrediente principal al que se acompaña con ajo, pimiento choricero y tomate.
Aunque existen distintas variantes de Pericana, nosotros vamos a hacer la más famosa de todas las que existen: la Pericana alcoyana. Un plato que puedes tener listo en cosa de media hora y que igual podrás disfrutar como entrante que como principal.
Ingredientes
Cómo hacer Pericana alcoyana
Empezamos buscando una sartén y echando dos cucharas de aceite. La ponemos a calentar a fuego medio - alto y, cuando esté bien caliente, tostamos las ñoras sin rabo ni pepitas. Cuando veamos que están tostaditas, las reservamos y repetimos la operación con los pimientos choriceros.
En esa misma sartén, ya sin aceite, echamos el capellán y lo cocinamos al punto. Lo reservamos y cuando ya no esté caliente, lo desmigamos.
Es el momento de coger las ñoras y los pimientos que teníamos reservados y de cortarlos en trocitos pequeños. Cuando estén bien cortaditos los echaremos al mortero, junto con el diente de ajo bien picado y lo macharemos todo junto.
Buscamos una cazuela de barro o un plato hondo y colocamos en el fondo el capellán desmigado, posteriormente agregamos la mezcla del mortero y, finalmente, el tomate cortado trocitos pequeños. Llovemos un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra y removemos bien antes de echarle mano.
Ingredientes
Pasos
Empezamos buscando una sartén y echando dos cucharas de aceite. La ponemos a calentar a fuego medio - alto y, cuando esté bien caliente, tostamos las ñoras sin rabo ni pepitas. Cuando veamos que están tostaditas, las reservamos y repetimos la operación con los pimientos choriceros.
En esa misma sartén, ya sin aceite, echamos el capellán y lo cocinamos al punto. Lo reservamos y cuando ya no esté caliente, lo desmigamos.
Es el momento de coger las ñoras y los pimientos que teníamos reservados y de cortarlos en trocitos pequeños. Cuando estén bien cortaditos los echaremos al mortero, junto con el diente de ajo bien picado y lo macharemos todo junto.
Buscamos una cazuela de barro o un plato hondo y colocamos en el fondo el capellán desmigado, posteriormente agregamos la mezcla del mortero y, finalmente, el tomate cortado trocitos pequeños. Llovemos un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra y removemos bien antes de echarle mano.
Pues siendo de Alcoy, nunca la había ni hecho, ni comido con tomate