
El invierno se acerca en el calendario y eso significa que va tocando empezar a sustituir las recetas frías por otras más contundentes y calóricas que nos hagan entrar en calor cuanto antes.
Una de las más famosas de Castilla y León (y también algunas zonas de Extremadura) es la de las Patatas revolconas. Una elaboración económica, deliciosa y calórica a partes iguales que nunca deja indiferente a los comensales.
También conocidas como meneás o removidas, sobre todo en la zona de Ávila, tienen entre sus ingredientes principales, además de la patata, el aceite de oliva virgen extra, el chorizo, los torreznos o el pimentón.
Si las has probado en alguna casa de comidas del interior y te has quedado con las ganas de pedir la receta para hacerlas en casa, no te preocupes. Aquí tienes la receta fácil de las patatas revolconas caseras.
Ingredientes
Cómo hacer Patatas revolconas caseras
Cogemos las patatas, las pelamos, las cortamos a cachelas y las ponemos a cocer en una olla con un poco de sal y una hoja de laurel. En cuanto pinchemos la patata y no cueste que entre el cuchillo, las sacaremos. El tiempo, pues, dependerá del tipo de patata que usemos.
En paralelo pelamos unos ajos y los majamos. Los reservamos y tomamos una sartén. Le echamos un par de cucharadas de aceite y freímos los torreznos al gusto y los reservamos.
Llega el momento de sofreir en abundante aceite el ajo con un poco de pimentón. Ojo con la potencia, no la pongas muy fuerte porque se puede quemar rápido. Por eso mismo es importante también que no dejes de menearlo.
Cuando lo tengamos le echamos las patatas al sofrito reservando el agua de su cocción para echarle si se nos queda muy seco. Removemos bien para que se impregnen bien de pimentón y las vamos desmigando poco a poco hasta hacer una suerte de puré.
Buscamos una cazuelita de barro (y si no lo sacamos en la sartén al centro de la mesa) y lo servimos lloviéndole por encima los torreznos que teníamos reservamos. Hacer unas patatas revolconas clásicas es así de rápido, barato y sencillo.
Ingredientes
Instrucciones
Cogemos las patatas, las pelamos, las cortamos a cachelas y las ponemos a cocer en una olla con un poco de sal y una hoja de laurel. En cuanto pinchemos la patata y no cueste que entre el cuchillo, las sacaremos. El tiempo, pues, dependerá del tipo de patata que usemos.
En paralelo pelamos unos ajos y los majamos. Los reservamos y tomamos una sartén. Le echamos un par de cucharadas de aceite y freímos los torreznos al gusto y los reservamos.
Llega el momento de sofreir en abundante aceite el ajo con un poco de pimentón. Ojo con la potencia, no la pongas muy fuerte porque se puede quemar rápido. Por eso mismo es importante también que no dejes de menearlo.
Cuando lo tengamos le echamos las patatas al sofrito reservando el agua de su cocción para echarle si se nos queda muy seco. Removemos bien para que se impregnen bien de pimentón y las vamos desmigando poco a poco hasta hacer una suerte de puré.
Buscamos una cazuelita de barro (y si no lo sacamos en la sartén al centro de la mesa) y lo servimos lloviéndole por encima los torreznos que teníamos reservamos. Hacer unas patatas revolconas clásicas es así de rápido, barato y sencillo.
Sencillo y muy bien explicado