Receta de Masa madre

La masa madre es un ingrediente clave en la panadería tradicional y se utiliza para hacer panes caseros y auténticos. Es una masa fermentada hecha a base de harina y agua, que se deja reposar durante varios días para desarrollar levaduras y bacterias beneficiosas.
La masa madre no solo actúa como agente de fermentación, sino que también aporta un sabor y textura únicos al pan. Su proceso de fermentación prolongada ayuda a descomponer los componentes del grano y mejorar la digestibilidad del pan.
Además, la masa madre se considera una forma más natural de hacer pan, ya que no se utilizan levaduras comerciales ni aditivos. Cada masa madre es única y se desarrolla con el tiempo, capturando las levaduras y bacterias presentes en el entorno.
Si bien hacer y mantener una masa madre puede requerir paciencia y práctica, el resultado final es un pan de calidad excepcional. Los panaderos artesanales aprecian la masa madre por su sabor profundo, corteza crujiente y miga aireada.
Esta masa fermentada es verdadero tesoro para los amantes del pan y una forma de conexión con la tradición panadera. En nuestra receta de hoy vamos a explicarte cómo preparar una masa madre sencilla en tan solo 5 días. No te pierdas nuestro paso a paso con fotos que te dejamos a continuación.
Ingredientes
Cómo hacer Masa madre
Día 1: En un bote de cristal, añade 1 cucharada de la harina que hayas escogido y la cucharada de agua. Mezcla con una cuchara y déjalo reposar 24 horas a temperatura ambiente (25 °C es lo ideal). La textura debe ser espesa, como una papilla.
Día 2: Al día siguiente, repetimos el proceso. Agregamos 1 cucharada de harina, otra de agua e integramos con la mezcla del día anterior. Dejamos reposar 24 horas a temperatura ambiente.
Día 3: A partir del día 3, es posible que ya empecemos a ver algunas burbujas. Al procedimiento debe ser el mismo: cucharada de harina, cucharada de agua y mezcla. Esperamos 24 horas más.
Día 4: En este punto ya es muy probable que se hayan formado burbujas. Esta vez, retiramos y descartamos la mitad de la mezcla para acelerar el proceso. Volvemos a refrescar con 1 cucharada de harina, 1 de agua y mezclamos. Esperamos 24 horas.
Día 5: Nuestra masa madre ya habrá duplicado o triplicado su tamaño, lo que significa que ya estará lista para hacer nuestro pan. Para mantenerla los siguientes días, lo haremos de la misma forma: alimentándola con harina, agua y temperatura ambiente.
Ingredientes
Instrucciones
Día 1: En un bote de cristal, añade 1 cucharada de la harina que hayas escogido y la cucharada de agua. Mezcla con una cuchara y déjalo reposar 24 horas a temperatura ambiente (25 °C es lo ideal). La textura debe ser espesa, como una papilla.
Día 2: Al día siguiente, repetimos el proceso. Agregamos 1 cucharada de harina, otra de agua e integramos con la mezcla del día anterior. Dejamos reposar 24 horas a temperatura ambiente.
Día 3: A partir del día 3, es posible que ya empecemos a ver algunas burbujas. Al procedimiento debe ser el mismo: cucharada de harina, cucharada de agua y mezcla. Esperamos 24 horas más.
Día 4: En este punto ya es muy probable que se hayan formado burbujas. Esta vez, retiramos y descartamos la mitad de la mezcla para acelerar el proceso. Volvemos a refrescar con 1 cucharada de harina, 1 de agua y mezclamos. Esperamos 24 horas.
Día 5: Nuestra masa madre ya habrá duplicado o triplicado su tamaño, lo que significa que ya estará lista para hacer nuestro pan. Para mantenerla los siguientes días, lo haremos de la misma forma: alimentándola con harina, agua y temperatura ambiente.