
Hoy viajamos hasta la región más occidental de España para aprender a hacer un postre tradicional gallego: las filloas de leche.
Para los que no sepan de lo que estamos hablando, las filloas vienen a ser una especie de crêpes con la diferencia de que las filloas suelen ser más finas y no se utiliza mantequilla salada para su elaboración.
Además de la versión dulce, también existen las filloas las saladas a las que se les añade caldo o incluso con sangre, aunque esta variedad ya no es tan habitual. De todas formas, nosotros particularmente preferimos las dulces.
Las filloas son especialmente típicas en época de carnaval y se pueden consumir tal cual o bien acompañarlas con azúcar, canela, mermelada, chocolate o miel. Son muy fáciles de preparar y no te llevará más de 40 minutos tenerlas listas. Recomendamos consumirlas recién hechas para que se conserven calentitas y no se resequen.
Ingredientes
Cómo hacer Filloas gallegas de leche
Comenzamos realizando la masa de nuestras filloas. Para ello, batiremos la leche, los huevos, la sal y el azúcar hasta que quede integrado. Podemos batirlo a mano en un recipiente amplio utilizando unas varillas o bien en un vaso batidor.
Añadiremos la harina poco a poco e iremos batiendo hasta obtener una masa homogénea y bastante líquida. Una vez lista, la dejaremos enfriar en el frigorífico al menos 30 minutos para que coja cuerpo.
Calentamos nuestra sartén y la engrasamos con el tocino. También podemos utilizar mantequilla o aceite como alternativa. Esperamos unos minutos y una vez caliente, vertemos un cucharón de masa que extenderemos inmediatamente moviendo nuestra sartén de forma circular hasta que quede la superficie cubierta.
Daremos la vuelta a nuestra filloa cuando veamos que empiezan a salir burbujitas y los bordes estén dorados. Podemos hacerlo con los dedos o con una espátula. Las vamos apilando en un plato conforme las vayamos cocinando para que conserven al máximo el calor. Las servimos solas o con nuestro topping favorito.
Las servimos solas o con nuestro topping favorito y las disfrutamos como Dios manda.
Ingredientes
Instrucciones
Comenzamos realizando la masa de nuestras filloas. Para ello, batiremos la leche, los huevos, la sal y el azúcar hasta que quede integrado. Podemos batirlo a mano en un recipiente amplio utilizando unas varillas o bien en un vaso batidor.
Añadiremos la harina poco a poco e iremos batiendo hasta obtener una masa homogénea y bastante líquida. Una vez lista, la dejaremos enfriar en el frigorífico al menos 30 minutos para que coja cuerpo.
Calentamos nuestra sartén y la engrasamos con el tocino. También podemos utilizar mantequilla o aceite como alternativa. Esperamos unos minutos y una vez caliente, vertemos un cucharón de masa que extenderemos inmediatamente moviendo nuestra sartén de forma circular hasta que quede la superficie cubierta.
Daremos la vuelta a nuestra filloa cuando veamos que empiezan a salir burbujitas y los bordes estén dorados. Podemos hacerlo con los dedos o con una espátula. Las vamos apilando en un plato conforme las vayamos cocinando para que conserven al máximo el calor. Las servimos solas o con nuestro topping favorito.
Las servimos solas o con nuestro topping favorito y las disfrutamos como Dios manda.