Cómo mejorar la memoria con la alimentación

Lo que comemos afecta tanto a nuestro cuerpo como a nuestra mente. Así lo indican cada vez más estudios que ponen de manifiesto la relación entre los alimentos que ingerimos en nuestras funciones cognitivas.

Trabajos que también han podido certificar que llevar una dieta sana y equilibrada no solo es bueno para mantenerse en las mejores condiciones de cuello para abajo, sino que también lo es para estarlo de cuello para arriba.

Tanto es así que, las últimas investigaciones al respecto han llegado a la conclusión de que la ingesta regular de determinados alimentos ayudan, ya no solo a prevenir la irrupción de males neurodegenerativos, sino también a mejorar de forma notable la memoria y la capacidad de concentración.

Alimentos que mejoran la memoria y la concentración

Aguacate

Cada vez son más las noticias que confirman que el aguacate es un superalimento. Y es que este, además de ser rico en grasas buenas que ayudan a regular el nivel de azúcar en sangre, ayuda a mejorar las funciones cerebrales y a retrasar el deterioro cognitivo.

Cacao

El cacao, principal ingrediente del chocolate, sobre todo del negro puro, es otro alimento de lo más interesante. Y es que sus componentes antioxidantes y antiinflamatorios retrasan el estrés oxidativo del cerebro y, por ende, el deterioro de las funciones cerebrales.

Por si esto fuera poco, los flavonoides del cacao favorecen el desarrollo de vasos sanguíneos en diferentes zonas del cerebro vinculadas a la memoria y el aprendizaje.

Arándano

Los arándanos y otros frutos silvestres ricos en flavonoides y antioxidantes juegan un papel importantísimo a la hora de desinflamar y mantener a raya el estrés oxidativo del cerebro.

Dos sustancias que, se ha demostrado, mejoran la comunicación entre células, incrementan la plasticidad de las neuronas y hacen decrecer las opciones de desarrollar trastornos neurodegenerativos.

Café

La cafeína del café es capaz de bloquear un elemento cerebral conocido como adenosina. Una sustancia que incrementa el estado de alerta de quienes la consumen y que, parece, también ayuda a incrementar la capacidad cerebral de procesar la información.

Además, el consumo regular de cafeína también está asociado a la disminución del deterioro cerebral y de las opciones de padecer Parkinson y Alzheimer.

Nueces

Si el aguacate es un superalimento las nueces también lo son. Este fruto seco destaca por contar con una elevada presencia de omega-3 y antioxidantes. Dos sustancias clave en el mantenimiento de las funciones cerebrales en la madurez.

Además, al ser especialmente ricas en vitamina E, ayuda a proteger a las células cerebrales del estrés oxidativo y a reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer.

Aceite de coco

Si hay un ingrediente versátil ese es el aceite de coco. Este no solo es maravilloso para protegerse de las picaduras de los mosquitos o para cuidar la piel, sino que resulta de lo más interesante si se consume.

Tanto es así que su consumo regular, al contar con grandes dosis de triglicéridos de cadena media, facilita la descomposición de cetonas, un elemento que hace las veces de gasolina para que el cerebro funcione.

Recientemente también se descubría que su ingesta habitual es buena para combatir la demencia senil.

Brócoli

En Divino Paladar no nos cansamos de decir que el brócoli es el alimento por excelencia que no puede faltar en la dieta habitual de ninguna persona.

Este no solo es bajísimo en calorías y altísimo en vitamina C, K, antioxidantes, colina y flavonoides, sino que también es rico en glucosinolatos. Una sustancia que al descomponerse fabrica otra sustancia, los isotiocianatos, que ayudan a acabar con el estrés oxidativo y reducen notablemente el riesgo de desarrollar trastornos neurodegenerativos.

Salmón

Como otros pescados azules, pero en mayor medida, el salmón es una mina de omega-3. Un ácido graso básico para mantener en perfecto estado las células cerebrales y ayudar a funciones tan importantes como el aprendizaje y la memoria.

Cúrcuma

No hay una especia más interesante a la hora de mejorar el aprendizaje y la memoria que la cúrcuma. Para colmo, también está demostrado que reduce las opciones de desarrollar la depresión.

Aceite de oliva

Por si todavía quedaba alguna duda de la necesidad de cocinar a diario con aceite de oliva, estudios recientes han confirmado que los polifenoles que contienen consiguen mejorar sustancialmente los procesos de aprendizaje y memorización.

Huevo

Otro ingrediente básico de la dieta mediterránea como el huevo puede ayudarnos y mucho a mejorar nuestra salud cerebral. En este caso gracias a la presencia de vitaminas B6 y B12, ácido fólico y colina. Sustancias que juegan un papel primordial a la hora de mejorar la memoria y paralizar el deterioro de algunas células del cerebro.

Té verde

Tal y como ocurría con la cafeína, la teína estimula el rendimiento cognitivo y la capacidad de aprendizaje y memorización.

Espinacas

Las espinacas están repletas de elementos que mejoran las habilidades cognitivas como la vitamina K. Algunos trabajos han podido demostrar que su consumo regular también ayuda a reducir la inflamación de las células del cerebro.

Tomate

Gracias a su elevada carga de licopeno, un antioxidante esencial, los tomates consiguen rebajar el daño que producen males el Alzheimer y la demencia. Además, este también reduce la posibilidad de sufrir una depresión y promueve la capacidad de memorización.

Pipas de calabaza

Las semillas de la calabaza son riquísimas en antioxidantes que ofrecen protección al cerebro ante el ataque de los conocidos como radicales libres. Al contar con una gran cantidad de magnesio, hierro, zinc y cobre favorece el desarrollo de la memoria y ayuda a prevenir distintos males que se originan en el cerebro.

Granos

Los granos enteros de avena, quinoa o maíz poseen un enorme porcentaje de fibra, lo que parece disminuye exponencialmente el riesgo de deterioro cognitivo con el paso de los años y de acabar padeciendo diferentes problemas cardiovasculares.

Como ves, los alimentos que ayudan a la memoria y el aprendizaje no son ni muchos ni raros, por lo que si quieres mejorar tus funciones cognitivas te recomendamos que los incorpores a tu dieta habitual. Tu cerebro te lo agradecerá.

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