Cómo mejorar el sistema inmune con la comida

Aunque los alimentos no son fármacos, la gran mayoría está repleto de sustancias que resultan fundamentales para que nuestro organismo funcione correctamente y se mantenga en buen estado.

Y es que, como afirman multitud de investigaciones médicas, los nutrientes son esenciales para que mejorar el sistema inmune y así preparar a nuestro cuerpo con todas las armas necesarias para enfrentarse a cualquier dolencia.

Los alimentos son, pues, pequeños frascos de elementos imprescindibles para evitar que contraigamos enfermedades y, en caso de contraerlas, ayudarnos a salir de ellas cuanto antes.

Dicho esto, y aunque resulte evidente, no todos los alimentos pueden ayudarnos de la misma manera ni con la misma intensidad a reforzar nuestro sistema inmunitario.

Así que veamos cuáles son los alimentos que más recomiendan los nutricionistas para mejorar el sistema inmunológico:

Alimentos para mejorar el sistema inmunológico

Ajo

No es casualidad que durante siglos haya sido el alimento más usado para luchar contra las infecciones. Y es que, gracias a la elevada presencia de alicina, cuenta con propiedades anti-bacterianas, antivirales y anti hongos. Tal y como apuntan distintos estudios contribuye a rebajar la presión en la sangre, a retrasar el desgaste de las arterias y a prevenir los resfriados.

Almendra y nueces

Con una gran concentración de vitamina E, las almendras, como ocurre con las nueves y otros frutos secos, juegan un papel clave en la producción de defensas.

Arándano

La razón por la que los arándanos gozan de tan buena reputación entre los nutricionistas es porque contienen atocianina. Un flavonoide repleto de antioxidantes que se encargan de proteger el conducto respiratorio disminuyendo así la posibilidad de contraer enfermedades respiratorias.

Ave de corral

El consumo de ave de corral fomenta la creación de glóbulos blancos que se encargan, por ejemplo, de fabricar mucosa para luchar contra los trastornos respiratorios, por lo que su ingesta no solo ayuda a prevenir la aparición de resfriados, sino que los aminora.

Boniato

Ricos en carotenos -como otros muchos alimentos colorados- son una enorme fuente de vitamina A. Un elemento que protege de los rayos ultravioletas del sol. Además se trata de un elemento que contiene un porcentaje grande de fibra, por lo que es buenísimo para el tracto digestivo.

Brócoli

Considerado por muchos nutricionistas como el alimento total es tremendamente beneficioso en tanto en cuanto posee grandes cantidades de minerales y vitaminas A, C y E, además de antioxidantes y fibra.

Champiñón

De nuevo otro alimento con una elevada carga de selenio, lo que, unido a su alto contenido en vitaminas B riboflavina y niacina contribuye a incrementar el número de defensas.

Cacao

La razón por la que el cacao tiene tan buena prensa entre los nutricionistas tiene nombre propio: teobromina. Una sustancia que brinda protección a los glóbulos blancos de los radicales libres ayudando a descomponer los alimentos una vez ingeridos y a deshacer las sustancias nocivas que llegan al aparato digestivo.

Naranja y otros cítricos

Los cítricos en general son famosos por ser grandes contenedores de vitamina C, una sustancia que, como hemos indicado anteriormente, es esencial para producir glóbulos blancos. La naranja, el limón, la mandarina y el pomelo están especialmente recomendados para mejorar el número de defensas y combatir los problemas respiratorios.

Salmón y atún

El salmón y el atún, al igual que la mayoría de pescados grasos, son grandes poseedores de ácidos grasos Omega-3. Eso los convierte en la mejor medicina para combatir males como la artritis reumatoide.

Gambas, mejillones y almejas

Está demostrado que la ingesta de crustáceos, fuentes enormes de zinc, ayuda a mejorar la salud de las defensas.

Cúrcuma

El ingrediente principal del curry es otro alimento que lleva siglos utilizándose, en este caso como antiinflamatorio. Según apuntan distintas investigaciones su consumo ayuda a prevenir y mejorar la artritis ósea y reumatoide, así como a reparar el daño muscular.

Espinacas

Al igual que los cítricos, las espinacas poseen grandes cantidades de vitamina C, además de antioxidantes y betacarotenos. Es por eso que se recomienda para reforzar el sistema inmune.

Trigo

El grano de trigo es especialmente rico en zinc, vitamina E y vitamina B6. Tal y como han podido confirmar varios trabajos, la falta de vitamina B5 puede trabajar la efectividad del sistema inmunitario, por lo que se recomienda ingerir trigo de manera regular.

Ostras

Famosas por ser el afrodisíaco por excelencia, lo que en realidad son las ostras es una enorme fuente de selenio, además de contener hierro y vitamina C. Nutrientes, todos ellos, indispensables para el correcto funcionamiento del sistema inmune.

Papaya

Las papayas contienen una gran cantidad de vitamina C. Además poseen papaínas, unas enzimas que poseen efectos anti-inflamatorios, potasio, folato y vitamina B. Elementos, estos, que ayudan a reforzar las defensas.

Pipas de girasol

Las pilas de girasol son contenedoras de elevadas cantidades de fósforo, magnesio, vitamina B-6 y vitamina E, por lo que su consumo es de lo más beneficioso para mantener en las mejores condiciones el sistema inmunológico.

Sandía

La sandía está repleta de potasio, vitamina A, vitamina C y glutatione, lo que la convierte en buenísima para cuidar las defensas de nuestro organismo.

Sopa miso

Esta sopa rica en probióticos es de lo mejor que hay para mejorar la salud intestinal. Además, contiene nutrientes que estimulan el funcionamiento del sistema inmunológico.

Kefir

Este fermentado de la leche está repleto de bacterias que refuerzan el sistema inmunológico. Además, también consigue rebajar las inflamaciones.

Jengibre

Otro de esos alimentos considerados medicinales durante siglos. En este caso gracias a la presencia de gingerol, una sustancia que ayuda a prevenir el colesterol y a reducir los dolores crónicos.

Granada

Cada vez son más los estudios que ponen de manifiesto lo buena que resulta la granada para combatir la presencia de la bacteria E-coli, la salmonela y, también, las enfermedades de las encías.

Té verde

No hay mejor digestivo para acabar una comida que una infusión de té verde. La presencia de flavonoides y epigallocatechin gallate (EGCG), dos antioxidante especialmente potentes, hacen que, unidos al aminoácido L-teanina, aporten todas las armas que necesitan las defensas para proteger el organismo ante cualquier ataque.

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