Suelen repetir los especialistas médicos que no solemos dar la importancia que merecen a los riñones. Afirmación que va acompañada de una retaíla de funciones que estos tienen y de lo que significan para nuestro organismo.
No en vano son los encargados de filtrar la sangre, de erradicxar los desechos que produce nuestro curpo y por los que pasa gran parte de lo que comemos y bebemos, por lo que cuidarlos y protegerlos resulta esencial para evitar enfermedades renales crónicas que condicionen, limitan o entorpezcan nuestra calidad de vida.
Algo que en nuestro país sufren más de 4 millones de personas diagnosticadas con ERC. Un mal que tiene una especial incidencia entre los varones de mediana edad. Sea como fuere, el número de pacientes que padecen una enfermedad renal crónica en España se incrementa cada año en 6.000 personas habiendo subido hasta un 20% en la última década en relación a la anterior.
Además de los hombres adultos que entran en la fase de madurez, las enfermedades renales suelen irrumpir con especial violencia en las personas que sufren sobrepeso, quienes tienen casi un 85 por ciento de probabilidades de desencadenar un problema renal a lo largo de su vida que aquellos que se mantienen en su peso ideal.
Con todo esto, existen una serie de consejos que, en caso de seguirlos, nos permitirán cuidar nuestros riñones y alejarlos lo máximo posible de cualquier enfermedad renal. Vamos a verlos.
Consejos para cuidar nuestros riñones
Distintos estudios científicos demuestran que una vida sana en la que no falten una dieta equilibrada con especial prevalencia de fruta y verdura ni ejercicio físico son la mejor receta para conservar los riñones en buen estado y ayudarlos a mantener sus funciones intactas con el paso de los años.
Algo especialmente importante en pacientes con hipertensión y diabetes, dos grupos de riesgo que tienen una mayor probabilidad que el resto de sufrir insuficiencias y enfermedades de tipo renal. Por todo ello es recomendable realizar un poco de actividad física diaria, que puede ser andar 45 minutos al día, y disfrutar de una dieta sana.
En relación a este último punto, encontramos alimentos que favorecen el correcto funcionamiento de los riñones y alimentos que dificultan su trabajo y que comprometen su correcto estado de salud. Veamos cuáles están en cada grupo ya que, como hemos revelado anteriormente, la alimentación tiene un papel fundamental a la hora, tanto de evitar futuros problemas renales como de mantenerlos a raya.
Alimentos buenos para el correcto funcionamiento del riñón
Agua
Si hay un ingrediente que no puede faltar en nuestro día a día para cuidar al máximo nuestros riñones ese es el agua. Un elemento necesario para transportar las toxinas a la sangre y los riñones y que resulta esencial para filtrar las toxinas y generar el orín que las expulsará. Mantenerse perfectamente hidratado ayudará a los riñones a llevar a cabo todas estas funciones.
Pescados grasos
Los pescados con un elevado índice de ácidos grasos como el Omega 3 -sustancia que nuestro cuerpo no es capaz de generar por sí misma- son de lo más interesantes para nuestros riñones en tanto en cuanto son antiagregantes y vasodilatadores y ayudan a rebajar la presión arterial, un mal que suele estar detrás de muchas afecciones renales.
Boniato
El boniato la batata o otros tubérculos ricos en fibra y vitaminas y minerales como el potasio, ayudan a mantener los niveles de sodio y a filtrar las toxinas que tenemos en la sangre.
Verduras verdes y oscuras
Aunque todas las verduras son buenas, las que más ayudan a trabajar a los riñones son las verdes y oscuras como las espinacas, la col rizada o las acelgas. Estos, gracias a sus elevados índices vitaminas, fibras y minerales, cuentan con un protectores que protegen los riñones.
Justo en el lado opuesto encontramos una serie de alimentos que no contribuyen, sino todo lo contrario, el correcto funcionamiento y la preservación de los riñones. Son estos:
Alimentos perjudiciales para el correcto funcionamiento del riñón
Carnes rojas
Los alimentos ricos en proteínas, como sucede con las carnes rojas, incrementan el riesgeo de generar cálculos renales que dañen el rilón. Esa es la razón por la que es aconsejable reducirlas o sustituirlas por otras con menos índice de fibras.
Sal
Tal y como revelaba un estudio de Harvard, el consumo de sal excesivo retiene el agua, dificulta el filtrado de la sangre y daña a varios órganos como el hígado o los riñones.
Alimentos procesados
Consumir regularmente alimentos con conservantes, como los congelados o la bollería industrial, entre muchos otros, pueden resultar tremendamente nocivos para el correcto funcionamiento de órganos como el corazón y los riñones, dado que aumentan los niveles de colesterol en sangre, favorecen la aparición de hipertensión y alteran las funciones de los riñones.
Edulcorantes artificiales
Consumir más allá del mínimo recomendado por la OMS de azúcar es malo, pero sustituirla por edulcorantes artificiales no es mejor. Al menos no para los riñones, quienes se ven dañados por todos estos aditivos articiales que se encuentran en multitud de alimentos de nuestra despensa.
Bebidas gaseosas
Las bebidas gaseosas suelen contar con una despropocionada cantidad de azúcar y gas. Dos elementos que favorecen la aparición de cálculos renales y, por lo tanto, que dañan y retrasan la vida funcional de los riñones.
Cafeína
Algo parecido sucede con la cafeína, presente en muchos refrescos, cafés y tés. Bebidas que, si abusamos de ellas, pueden provocar la aparición de dolorosas, molestas y perjudiciales piedras en el riñón.
Alcohol
Es cierto. El alcohol no es bueno para nada. Este resulta nocivo para nuestro organismo en general. En el caso de los riñones especialmente, dado que se trata de una sustancia que cuesta bastante de eliminarse de nuestro cuerpo y, por tanto, que exige un sobreesfuerzo y un trabajo de desgaste que acorta la vida útil del riñón.
Ahora que ya sabemos qué alimentos pueden contribuir a mejorar la vida de nuestros riñones y cuáles a empeorarla, veamos qué podemos hacer para que estos se mantengan sanos, más allá de la alimentación y el ejercicio físico moderado.
¿Qué puedo hacer para mantener sanos mis riñones?
-Apostar por una dieta que esté conformada en un 60% por frutas y verduras.
-Cocinar con aceite de oliva y evitar recurrir a cualquier otro tipo de aceite.
-No ingerir o cambiar los medicamentos que contengan compuestos que pueden dañar los riñones.
-No fumar.
-No tomar suplementos dietéticos, salvo que nos los recete un especialista médico.